Durante la Segunda Guerra Mundial el gobierno Soviético designo a un grupo de científicos para que encontrarán substancias naturales que le permitieran a sus soldados tener un mejor desempeño mental y físico en el campo de batalla. El Dr. Nikolai Lazarev y el Dr. Israel Brekhman, junto con un grupo de científicos se dieron a la tarea de estudiar 158 remedios tradicionales herbolarios de la USSR, Europa y Asia. Encontraron que algunos extractos de plantas usados tradicionalmente, tenían habilidades excepcionales de promover como lo describen “un estado no especifico de incremento en la resistencia”. En otras palabras, algunas hierbas promueven el funcionamiento óptimo de cada sistema del cuerpo humano y lo protegen de agentes agresores biológicos, químicos, ambientales y psicológicos.
El Dr. Lazarev acuño el término de “ADAPTÓGENO”, del latín adaptare, para describir a esta clase especial de hierbas. Y aún más, él y su equipo desarrollaron tres criterios fundamentales para identificar una hierba como “ADAPTÓGENO”:
Resistencia no especifica
La hierba debe incrementar la resistencia del cuerpo a una serie de diferentes agentes como son: físicos (frío, calor, esfuerzo), químicos (toxinas, metales pesados) y biológicos (bacterias y virus).
Acción normalizadora
La hierba deberá normalizar cambios patológicos que han ocurrido. Como ejemplo sin importar que glándula este con menor o mayor actividad, un verdadero adaptogeno, deberá ayudar a normalizar su funcionamiento.
Efecto inocuo
La hierba deberá causar el mínimo o ningún, disturbio fisiológico o efecto secundario y deberá ser muy baja en toxicidad.
Principales adaptógenos:
- GINSENG
- GINSENG COREANO (Panax ginseng C.A.Meyer) Y GINSENG AMERICANO (Panax quinquefolium L)
- GINSENG SIBERIANO O ELEUTEROCOCO (Eleutherococcus senticosus)
- RHODIOLA (Rhodiola rosea)
- ASHWAGANDHA (Withania somnífera)
- ESQUISANDRA (Schisandro chinensis)
